Lo que no es de sal, rápidamente se cubre de ella. Las esculturas, las lámparas, el suelo y las paredes... todo es de sal. Y cuándo, por casualidad, encuentras algún elemento de otro material, sorprendes a la mina intentando hacerlo suyo, recubriéndolo para, también, transformarlo en sal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario