Sirve de referencia para todo el casco antiguo de Colmar y es tan prominente que mucha gente se refiere a ella como "la catedral", así que, además de disfrutar de su fachada, merecía ser visitada por dentro.
En su interior me topé con una curiosidad. Un relieve policromado que representa el parto de Santa Ana, siendo asistida tras alumbrar a La Virgen María. Una imagen poco habitual en la iconografía cristiana.
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